jueves, 12 de enero de 2012

Respuesta a las calumnias de mi estimado Saúl Díaz Parra.




Será necesario empezar por hacer algunas cuantas aclaraciones a sus comentarios.  Antes que nada, déjeme felicitarlo por su elocuente discurso referido a las supuestas calumnias en su contra después de mis quejas públicas. Ahora resulta que usted es el ofendido. Hasta da la impresión de contener verdades absolutas, una habilidad propia de los grandes novelistas.

Empezaré hablando de un humanismo que me incita a creer que cualquier ladrón niega sus robos como parte de una de sus actitudes naturales. No cabe duda que el dinero corrompe,  al grado de hacer tirar por la borda a los amigos, como al señor Jesús Rito García, antaño amigo y compadre de bodas suyo, confidente y principal promotor de sus desmanes públicos,  a quien ahora califica de mi compinche. No trate de tergiversar la información. No voy a hablar en contra de sus argumentos porque no tendría sentido, pero si voy a señalar, para sostener los míos, de su millonario robo y  algunas extrañísimos cambios en su vida después del famoso Abasto de Letras.

Sería conveniente que explicara, no a mí, sino a la audiencia, cómo es posible que un reportero del periódico Novicias, (por usar un eufemismo) que es incapaz siquiera de financiarse una motocicleta de segunda mano (no lo digo yo, lo dijo usted mismo en uno de sus últimos poemas), esté gozando de unas estrafalarias vacaciones en Abu Dabi, Emiratos Árabes Unidos, lugar de donde procede su última carta.    No me diga que lo mandaron a una corresponsalía, porque todos sabemos que los periódicos locales son incapaces de soltar un solo peso para brindar información de calidad a sus lectores; todos sabemos que sus reporteros malpagados apenas y tienen las prestaciones de ley de las que gozan los profesionales en otras latitudes, mucho menos le van a dar una cobertura o unas merecidas vacaciones.

Además su estancia allá coincide, curiosamente, con la visita de la Reina Beatriz de Holanda, el Príncipe Heredero y la princesa Máxima (si no me cree consulte las noticias internacionales). Es bien sabido que estos personajes de la realeza acostumbran reunirse con nuevos magnates del arte en países exóticos.

Cómo explica también que usted, señor Parra, haya pasado de rentar un departamensucho en la Calzada Porfirio Díaz en Oaxaca, a habitar un elegante condominio en la Condesa en el Distrito Federal del cual se tienen noticias gracias a la visita que le hizo Antonio Bolaños, famoso guitarrista del desparecido grupo La Ceiba Groove, antaño ganador de discos de oro y de platino.  

Qué extrañas coincidencias ¿no cree? Sólo alguien tan sofisticado como usted que de la noche a la mañana cambia de país en extrañas circunstancias y que eleva su nivel de vida repentinamente es capaz de explicar, con argumentos que seguramente saltan en su defensa, estas pequeñas incongruencias que hacen que un escritor pobre, que tiene una novela que apenas y se vende, se haga hasta de amistades internacionales.

Le recuerdo que yo no tengo ninguna relación con la editorial chupafaros, salvo una publicación que accedí a compartir gratuitamente. Usted me pide pruebas y se las voy a dar. Publico aquí la foto adulterada de paz en el Abasto de Letras, misma que fue parte de su plan con el señor Jesús Rito García para el millonario desfalco y que luce por la también fingida pelea pública en Facebook con Don Andrés S. Victoria en la escena literaria actual. Todos sabemos que el señor S. Victoria cobraba jugosas tarifas por brindar un espacio en la desparecida Comunidad de Palabras y, ahora que todo se ha descubierto, se hace el desentendido arguyendo que no quiera saber nada de líos. ¡Por favor!, es conocido por todos que Andrés S. apenas y llegaba a la quincena con sus películas quemadas en una PC del año de Hernán Cortés, y que el Abasto no fue para él más que un trampolín para financiar con dinero sucio su primera película, ¿de qué otra manera un cineasta frustrado con una publicación electrónica gratuita iba a recaudar fondos? No me extraña que la Comunidad de Palabras, que además tenía nexos con conocidísima Feria del Libro, fuera un centro de operaciones disfrazado de altruismo literario.

Sólo falta que usted, mi querido Parra, dé pruebas de su falta de escrúpulos hablando también en contra de uno más de los miembros de su gremio, como es el señor S.

Me despido esperando reflexione los últimos acontecimientos y tenga a bien pensar un poco en su prójimo. ¡Ah! Por sus abogados, no se preocupe, yo también tengo los míos y será un placer encontrarnos en los tribunales.   






Foto adulterada, que muestra a Paz en el Abasto de Letras,  extraída, por medio de mis informantes, del archivo del señor Jesús Rito García.

Óscar Tanat

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